El Bosque Protector dedicó su capítulo 26 a analizar la situación de los bosques de pino silvestre a ambos lados de Peñalara en el Sistema Central. Los Pinares de Valsaín, de propiedad pública y El Pinar de los Belgas, de titularidad privada, están considerados como los mejores bosques en su especie en la Península Ibérica.
En documental profundiza en cómo el hombre ha intervenido en estas dos grandes masas de pinares mediante una gestión ejemplar, haciendo compatibles sus valores ecológicos con la explotación maderera durante siglos. Y es gracias a estas labores que estos bosques han pervivido sanos y en constante regeneración hasta hoy.
Paradójicamente esta condición de montes de explotación es lo que imposibilita que ambos pinares, que comparten características y valores con el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se integren en él. Y hoy el pinar de los Belgas, el único de titularidad privada, ha quedado en una singular encrucijada.
Por un lado se ve obligado a hacer frente a restricciones y limitaciones en su gestión, producto de la influencia de la normativa que afectan a las zonas limítrofes al Parque Nacional. A la vez recibe una creciente presión recreativa derivada de su situación, teniendo que hacer frente a las consecuencias de la visita de un gran número de personas, a veces poco respetuosas con el entorno. Este uso social de El Pinar de los Belgas requiere medias especiales para controlar sus efectos, pero la propiedad cuenta con pocos recursos y la ayuda adecuada para gestionar esta realidad que pone en riesgo su conservación.
Por todo ello, urge un compromiso de las administraciones de forma que éstas colaboren en la búsqueda de soluciones para este singular paraje. La empresa propietaria ya ha manifestado públicamente su predisposición a conversar sobre el futuro de este pinar de altísimo valor ecológico y ubicación excepcional. Proteger nuestro patrimonio natural es tarea de todos y parajes como el Pinar de los Belgas forman parte del alma de nuestra sierra.